domingo, 26 de febrero de 2012

Cruda e inexplicable realidad


Los jóvenes en el Uruguay soportan gran parte de los problemas de educación, empleo e ingresos. Constituyen casi un cuarto de la población total (23% que equivale a 780.000 apróximadamente). Esto abarca a las personas entre 15 y 29 años, una juventud prolongada en la que inciden factores como los problemas en la inserción laboral, el patrimonio pospuesto, el retraso en la separación del hogar paterno, el mayor tiempo que se permanece en el sistema educativo (el Estado gasta 19.000.000 de dólares por las repeticiones).
Ya en 1997, el 26% de las personas entre 15 y 29 años vivían por debajo de la línea de pobreza. Esto significa que había 200.000 jóvenes pobres. ¿Cuántos habrá de los que quedan en el país actualmente? El 45% de los niños se crían en la pobreza, cada diez niñoz que nacen, casi la mita o hará en malas condiciones, problema que se arrastra desde hace ya más de una década o más. 
La situación de ya no puede ser una excusa para internar a los niños en establecimientos, lo que en definitiva supone una privación de libertad. Los niños el derecho de vivir con sus padres, sea cual fuere su condición socio-económica y el Estado y la Sociedad deben garantizar que así sea. En 1996 el Comité de la ONU observó al Uruguay por la falta de armonización de la legislación interna con los instrumentos internacionales aprobados por el país, que incluya una visión del niño como sujeto de derechos. Un proyecto que incorpore aspectos de legislación más modernos.
En 15 años, de no cambiar las tendencias de los últimos años, entre 55 y 60% de los niños uruguayos nacerán en hogares de extrema pobreza (en un país totalmente envejecido). La situación de la infancia está relacionada con la pobreza. La población de los asentamientos es más jovén que la del resto de la capital. Ciudadanos que tendrán razones más que suficientes para desconfiar de la democracia y de las propuestas de crecimiento que las fuerzas políticas hoy están prometiendo. Por eso hoy, frente a los 5.000 niños que deambulan por las calles montevideanas o duermen casi a la intemperie a cuyos padecimientos no se les da respuesta, desde Unidad Nacionalista  nos preguntamos: ¿Existe una propuesta común a todos los partidos? Cuando deben ser conscientes de que es una inhumana situación que compromete el futuro de la sociedad. Lamentablemente los gobiernos tantos nacionales como departamentales actuaron con impericia, negligencia y falta de coordinación.
Quienes integramos Unidad Nacionalista estamos convencidos de que uno de los caminos para combatir tanta injusticia social es incorporar a estos niños en situación de alto riesgo a la educación formal porque también se mide la marginación por el acceso a ciertas pautas de integración.
Pensamos que el Uruguay entero debe enterarse qué pasó con el plan de 50.000.000 de dólares que el gobierno recibió para atacar la "infantilización" de la pobreza y revertir la cruda realidad que vivimos hoy. Este programa proponía desarrollar una estrategía coordinada con otras instituciones públicas y tenía a la familia como eje central.
También deberíamos conocer qué pasó con los casi 25.000.000 de dólares que recibió el programa de Seguridad Ciudadana principalmente con lo previsto en el Artículo 37 de la Ley de Seguridad Ciudadana. En lo referente al funcionamiento de la Comisión Honoraria de Promoción de la Infancia en situación de riesgo. Si la distribución de tantos millones se hubiera cumplido equitativamente, se hubieran alcanzado en gran parte las metas que se trazaron, eferentes a la prevención de la violencia y el delito a través de actividades preventivas locales.
Por lo que en pleno año electoral cabe preguntar: ¿En qué clase de cultura del descarte, de la complicidad y de la indeferencia estamos viviendo?, ¿qué sociedad integramos cuando permitimos que nos hayan robado las reservas de nuestro país y aún no pasa nada? Que sociedad integramos cuando permitimos que nos hayan robado las reservas de nuestro país y aún no pasó nada? ¿Qué clase de políticos nos gobernaron, qué es lo que legislaron con los sueldos que cobran cuando a muchos uruguayos les falta lo necesario para vivir?
Invocamos permanentemente la democracia, la vigencia de las instituciones, el orden de Derecho. Sin embargo no se actúa con la energía que demanda impedir que los niños continuen haciendo malabares en las calles. No queremos más muertes por desnutrición, ni la humillación, ni el abandono del futuro de nuestros jóvenes.



Cnel. (r) Luis Agosto Bessonart
UNIDAD NACIONALISTA


























 






sábado, 18 de febrero de 2012

Reflexionemos con Luis Aguilé


 Estimados compatriotas:
                                 Por este medio los invito a escuchar y ver en vivo de LUIS AGUILÉ, entonando su obra "SEÑOR PRESIDENTE". Dicha canción es una perfecta autopsia del sistema pseudo - democrático que ha hecho perder a la Política su honesto nombre.  Y por supuesto, cualquier parecido con la realidad uruguaya ¿será? pura coincidencia... Saquen sus conclusiones. 

Cnel (r) Luis Agosto Bessonart
Unidad Nacionalista

sábado, 11 de febrero de 2012

Razón y tolerancia, características fundamentales del nuevo orden moral y ético


Hace más de 15 años un grupo de amigos de diferentes tiendas políticas quisimos construir una nueva alternativa política que reuniera las siguientes características: altamente humanista, que fuera capaz de generar una esperanza en contrapeso a la práctica del doble discurso, que estuviera animada por la convicción de la Constitución y la Ley son las que marcan los carriles de rigidez inexpugnable, dentro de los cuales y en cualquier circunstancia debe ejercerse el poder.
La sociedad toda viene viviendo una confusión ética, "un claro escepticismo intelectual por factores de crisis que atraviesan, entre otros factores conocidos por todos nosotros, marginalidad, inseguridad ciudadana, desempleo- por la irrupción de los fenómenos de corrupción que hoy sufrimos". LLAMADO DE ALERTA....
Estos fenómenos no solo se atribuyen a las ambiciones personales de algunos de acumular riquezas ilícitas, sino que "apreciamos que también puede incidir el alto costo de propaganda electoral, como de hecho ya sucedió en otras naciones de este continente, en sugestivas pero no menos condicionantes de muchas resoluciones de gobierno. Ello es porque tales gastos, tales costos, se cubren con ingentes recursos que provienen de partes interesadas en mantener un pie subrepticio, pero no menos real en las esferas del gobierno". 
Este es un llamado de alerta porque no es posible que tales prácticas puedan instaurarse en nuestro país. Contra ellas nos manifestamos, conscientes de la lucidez y honestidad que deben presidir la gestión pública porque no creemos que el ejercicio democrático del poder pueda estar supeditado a influencias que respondan a intereses ajenos a la pública felicidad. 
Los fenómenos recientes son las manifestaciones más aparentes del profundo malestar que surge de las entrañas mismas de la sociedad. Eso hace que el ciudadano común desconfíe de la democracia y la ética igualitaria se cumpla menos.
La gente se pregunta cómo es posible que nos digan que el Producto Interno Bruto (PBI) aumenta por cápita, si cada vez hay más gente que cae en los bolsones de la miseria. Se tiene la percepción de que existe quien posee poder económico y amigos que cuentan siempre con puertas abiertas para recepcionar sus inquietudes y obtener beneficios. Otros que supuestamente constituyen la clase media, penan en su vida cotidiana para llevar una vida decorosa.
Existen además ciudadanos que viven en la marginalidad total. Moral, social y económica. Todo ello nos hace sentir que la igualdad de oportunidades que debería brindar este sistema democrático, no ha impedido la concentración de poder y riquezas en sectores cada vez más reducidos.

RAZÓN Y TOLERANCIA
Ante todo el panorama social que presenta hoy el país, sin dudas "estamos ante una crisis de representación que no se agota en lo político, sino que abarca a las organizaciones intermedias como los sindicatos y otras entidades sociales cuyas conducciones y funcionamiento se cuestionan. Creemos que más que nunca debemos guirnos por la razón y la tolerancia, características fundamentales de un nuevo orden moral y ético".


Cnel. (r) Luís Agosto Bessonart
UNIDAD NACIONALISTA





miércoles, 1 de febrero de 2012

¿Reforma Educativa?

FUNDAMENTAL ANÁLISIS CRÍTICO DE LA LLAMADA "REFORMA EDUCATIVA" MULTIPARTIDARIA, REALIZADO POR EL SECRETARIO GENERAL Y LÍDER DE "UNIDAD NACIONALISTA", CNEL. (R) LUIS MARÍA AGOSTO - PARTIDO NACIONAL
Según un titular de primera plana de “El País” la concertación omnipartidaria para la educación tiene como objeto abatir el “poder” de los sindicatos de trabajadores de la enseñanza. 
Lo cual me sume en hondas cavilaciones. 
Es que me cuesta concebir que todo el arco de partidos con representación parlamentaria se concierte, en unánime connivencia, para perseguir una meta inconstitucional, ilegal, incompatible con las obligaciones internacionales de la República, que al perturbar la acción sindical desconoce tradiciones patrias genuinas y no postizas, como la de defender los intereses justos de los trabajadores y así equilibrar en lo posible las desigualdades inherentes al poder económico estatal o privado. No; imposible: seguro que la inevitable síntesis de un titular periodístico explica ese insólito contenido del titular. Salvo prueba en contrario, claro.
Porque si fuera conveniente “cortar las alas” a organizaciones gremiales que la Constitución manda al Estado promover --no atrofiar ni reprimir ni amenazar-- no hacía falta que todo el elenco de estadistas patrios derrocharan su valioso tiempo en hacerlo mediante arreglos extraparlamentarios no previstos por el constituyente, ergo de dudosa licitud. Leyes tiene nuestra República –algunos dicen que en demasía—que establecen un claro dilema: o ese “poder” de agremiaciones que la gente establece en uso de la libertad de asociación se ejerce según las normas que regulan su lícito funcionamiento - y entonces entrometerse en su accionar es un abuso de poder que pone a los políticos al margen de la legalidad-- o bien esos gremios y asociaciones desbordan sus prerrogativas, y en ese caso, sin tanta alharaca, sencillamente se les imponen correctivos o sanciones, precedidos por pruebas fehacientes, audiencia de los “acusados” y demás garantías del debido proceso, que es difícil cultivar en la atmósfera convulsa y teatral de un concierto de circo sin “panem”, en que los agentes políticos hablarán para las tribunas, es decir para los votantes que aspiran seducir. 
Más diré: si fuera cierto que los sindicatos han excedido sus atribuciones, tendrían un atenuante, porque en alguna medida los funcionarios, docentes y no docentes, tienen que ver con eso de la enseñanza, cosa que no se puede decir de la mayoría de los políticos, y ante el hecho notorio de clases que no se inician, edificios nuevos en ruinas, profesores rapiñados en los locales de educación, vecindarios asediados por la violencia circunliceal, programas que se cambian veleidosamente para engalanar el curriculum de sus mediocres creadores; un plan de educación que hay que reverenciar como “pro-mejora” sólo porque así se denomina (receta mágica ya superada hasta por los médicos brujos de las tribus del Kalahari). 
Por eso me pregunto: ¿no tienen acaso derecho, los que contribuyen con su trabajo a la formación de los educandos, que además son sus hijos, a hacer pesar sus opiniones sobre cosas que no conocen de oídas sino por vivirlas, y que el poder público contumacialmente no resuelve, sino que agrava y fomenta? 
Pero además, ¿qué derecho tiene el Estado a recortar ese “poder” sindical que le desagrada cuando un gremio comete el “delito” de Martín Fierro de “andar reclamando sueldos” o se niega a tolerar que el partido en el poder asuma el papel de ventrílocuo de las agrupaciones gremiales, siendo que si los trabajadores se resignaran sumisos a perder año tras año poder adquisitivo y repitieran servilmente “la línea del partido”, los políticos no montarían concertaciones para reprimirlos? ¿Qué derecho tiene, insisto, ese poder público, de excluir a protagonistas de la función educativa porque supuestamente intervienen más de la cuenta en la educación, cuando él mismo, el “concierto” multipartidario, excluye, discrimina y despoja a los que tienen un inobjetable derecho natural a educar: los padres de familia, derecho que es anterior al del Estado y superior, en su ámbito, al del Estado? ¿No sería justo y constructivo aumentar, en lugar de sofocar “concertadamente”, la voz de los trabajadores sobre asuntos que interesan a la sociedad toda, como –por ejemplo—el de que no le degraden el salario para pagar acreedores externos, ni se adoctrine a los alumnos en ideologías internacionalistas? ¿No asiste inmensa razón a Don Juan Vázquez de Mella, que censuraba un modelo de democracia política que promueve el individualismo, la insolidaridad y la anarquía, por falta de su precioso complemento: la democracia social (no confundir con socialdemocracia) que reclama la representación –sí, también política-- de las comunidades naturales de convivencia (familia, gremio, región)? ¿Por qué el “concierto” de los parlamentarios que tenemos no se ocupa de cumplir esa exigencia constitucional positiva que pronto cumplirá un siglo sin realizarse –el Consejo de la Economía Nacional— para tratar de rescatar de la postración terminal a nuestra sociedad enferma de leyes que atomizan a los individuos para dejarlos inermes ante el absolutismo de Estado? ¿No será lógico esperar que oir y hacer participar ordenadamente a los gremios en su realidad profesional y en cuestiones sociales generales, sin temor ni escándalo, fomentará una autoselección de los más aptos y patriotas de sus filas, y ayudará a los propios gremios a liberarse de la manipulación política que –con razón— debe evitarse? ¿No facilitará esa actitud honesta de nuestra sociedad, al reconocer plenamente el derecho al pleno empleo y al salario familiar justo, el surgimiento de un sindicalismo nacional desintoxicado de ideologías decimonónicas que hacen de la lucha y no de la armonía de las clases el motor del la historia? Si no reconocemos el derecho sagrado del trabajador manual o intelectual de recibir la justa remuneración y el respeto a su dignidad, estaremos exacerbando la descomposición social que amenaza nuestra existencia colectiva y dejando a los trabajadores intelectualmente inermes frente a los cantos de sirena de malos dirigentes. Una cuestión final destaco como particularmente grave, y es la actitud servicial de dirigentes de partidos raigalmente tradicionales que en aras de una supuesta “oposición constructiva” (léase, de que se les permita decorar el tinglado del autoritarismo) prodigan coartadas a los nefastos planes globalizadores del gobierno y garantizan su perpetuación en el poder. Me refiero a que a través del pretexto de que son los sindicatos los que “meten el palo en la rueda” del régimen que soporta el país, esos líderes blancos o colorados están santificando a esos gobernantes, exculpándolos de su mal proceder, reiterando tácitamente esa otra grosera falsedad: que es la “ineptitud” o “inexperiencia” del partido mayoritario lo que explica sus “fracasos”, ocultando así el hecho real de que por imposición ideológica interna el programa de quienes hoy manejan el país es exacerbar diestramente la pobreza, fomentar hábilmente la descomposición social y familiar, endeudar sideralmente a la Nación, y así asegurarse, con certeza matemática, que no habrá reacción popular para cuando entronicen definitivamente su “democracia avanzada”. Esos políticos infieles a tradiciones de mejores épocas y mejores hombres de sus partidos, bien podrían jactarse de su macabra eficiencia. En efecto: pese a la política expoliatoria del gobierno, éste registra 47% de adhesión, frente a un escuálido 29% para el Partido Nacional, 17% para los colorados, 1% para los independientes. Tal la obra de los laderos “concertados”. La historia los recordará por su deletérea eficacia, por más que el dantesco Antenor y/o Interminelli sean sus tristes imágenes. 

Coronel (r) Luís Agosto
Unidad Nacionalista