Recibimos de la Universidad Libre Internacional de las Américas (http://www.ulia.org/) la
siguiente Declaración, que condensa todo un programa de reacción contra
los estragos del Fundamentalismo Secularista, el Individualismo, el
Materialismo y el Utilitarismo que someten a los pueblos iberoamericanos
a la servidumbre de la especulación financiera apátrida.
XVII CONGRESO INTERNACIONAL CIENCIA Y VIDA
Universidad de La Sabana, Agosto de 2012
Universidad de La Sabana, Agosto de 2012
DECLARACIÓN DE BOGOTÁ
Reunidos
en el marco del XVII Congreso Internacional “Ciencia y Vida”,
-convocado por la Universidad Libre Internacional de las Américas (ULIA)
y la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas
(EICEA) de la Universidad de la Sabana- en torno al tema “Economía y
dignidad humana: un reto para América Latina” los ponentes y
participantes inscritos,
Reconociendo que:
En la raíz de
la actual crisis económico-financiera gravitan ciertos males de la
cultura dominante, y en particular, el fundamentalismo secularista, el
individualismo, el materialismo y el utilitarismo, y que de ello ha
derivado el economicismo y la especulación financiera que en últimas
instancias ponen al descubierto el desconocimiento de la dignidad del
ser humano.
La cultura económica dominante se expande a la sombra
de los poderes y hegemonías mundiales y pretende convertirse también en
la cultura dominante de América Latina.
Los retos que ante
este hecho se presentan a nuestras sociedades no son solo problema de
los Estados. Los empresarios, los educadores, los padres de familia y en
general todos los ciudadanos de bien pueden aportar su concurso para
superarlos. Es por eso que:
Proclamamos y proponemos
1. La
dignidad del ser humano constituye el origen y la finalidad de la
actividad económica, y, cada día es más evidente la necesidad de que
este principio se torne en paradigma de la actividad empresarial. En
esta dirección se puede sostener que el primer objetivo de la
responsabilidad social de las empresas es doble: por un lado, se centra
en los propios empleados y sus familias, sus condiciones de trabajo
dignas, y en general su verdadero bienestar; por otro, en servir al
progreso de la sociedad en general sin exclusiones de ningún tipo.
2. Aunque el discurso de “familia y empresa” se ha
generalizado lo ha hecho enfatizando más aspectos como la conciliación
para la satisfacción, la productividad y la competitividad, y menos en
aspectos relacionados con el empoderamiento de las familias como ámbitos
y sujetos de decisión. Se hace entonces necesario recalcar la
importancia de tomar en consideración que la identidad humana es una
identidad familiar y que la familia en su conjunto debe de estar
presente y tomarse en consideración a la hora de plantear y tomar
decisiones estratégicas, de funcionamiento y de organización
empresarial..
3. La educación, desde la familia hasta los postgrados,
juega un papel esencial en la humanización de la actividad económica y
empresarial. Para cumplir con ese papel, el proceso educativo debe
profundizar en los fundamentos de la dignidad del ser humano articulados
en torno al reconocimiento de sus derechos. Por otro lado, es necesario
que la formación empresarial haga credo propio el respeto a los
derechos que emanan de la consideración holista del ser humano, que
tiene también, aspiraciones trascendentes, deberes comunitarios, y una
pluralidad de intereses para los que la empresa no puede constituirse en
obstáculo.
4. La familia, con la colaboración de la escuela, es el
ámbito más decisivo para colocar los cimientos de la educación en su
totalidad y en lo particular en la economía. La meta en este campo es
conseguir que los hijos tomen consciencia de los recursos a su
disposición, de la forma de afrontar las situaciones económicas
cotidianas, de aprender a consumir y a compartir, de llegar a participar
en la construcción de una sociedad con mejores oportunidades para
todos.
5. Se hace necesario repensar nuestros sistemas de
salud, teniendo como norte la efectiva prestación del servicio sin
aceptar su deterioro por consideraciones financieras. En esto nuestras
sociedades deben ejercer presión para que los Estados retomen el rol si
no de actor central del sistema, de eficiente regulador.
6. Por último llamamos a la reflexión para que con base
en nuestras peculiaridades culturales, que aún permanecen abiertas al
pensamiento social cristiano, promovamos una actividad económica y
empresarial que coloque en el centro al ser humano, y, al tiempo,
sepamos presentar alternativas al pensamiento económico dominante en su
intento de instrumentalizar, serializar, y servirse de las personas para
el aumento de beneficios.
Dado en Bogotá, a 3 de Agosto de 2012.
Cnel. (r) Luis Agosto
UNIDAD NACIONALISTA
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