lunes, 26 de diciembre de 2011

Sobre el aborto

ANTE UN NUEVO CONATO DE "LEGALIZACIÓN" DEL INFANTICIDIO, EL SECRETARIO GENERAL Y ORIENTADOR DE LA AGRUPACION UNIDAD NACIONAL, CORONEL (R) LUIS MARÍA AGOSTO, REMITIÓ A LA PRENSA LAS SIGUIENTES CONSIDERACIONES IRREFUTABLES, QUE DESCARNAN ESTE ATENTADO CONTRA LAS ESENCIAS ESPIRITUALES Y MORALES DE NUESTRO PUEBLO, Y DENUNCIA LA MAFIA INTERNACIONAL QUE LUCRA CON LA SANGRE INOCENTE Y EN TODAS PARTE DEL MUNDO SE VALE DE PARLAMENTARIOS-SICARIOS QUE SE PRESTAN A ESTE MONSTRUOSO ACTO. El texto que sigue fue publicado en "El Observador", "El Bocón" y múltiples emisoras del país y del exterior. 
Art. 310 del Código Penal uruguayo: “(Homicidio) – El que, con intención de matar, diere muerte a alguna persona, será castigado con veinte meses de prisión a cinco años de penitenciaría.” 
La humildísima labor de divulgación jurídica que antecede no es tan superflua como pudiere imaginarse, sino imprescindible recordatorio al ministro de Salud Pública local, que ha proclamado su simpatía por un proyecto de ley de impunidad de una conducta, el Aborto, que salvo en el título –que en el Código Penal está entre paréntesis, indicando que no es el nombre el motivo esencial de la incriminación- es absolutamente idéntica, en actos y en malicia, a la que describe el artículo del Código Penal arriba citado. 
Me corrijo: el acto es igual: en ambos se quiere matar y se mata a una persona, pero el aborto, además, suele reunir una colección de agravantes legales que no siempre acompañan al homicidio vulgar: premeditación, uso de veneno, comisión de homicidios anteriores (art. 311 C.P.); grave sevicia; precio o promesa remuneratoria; habitualidad; reincidencia (agravantes muy especiales, C.P. 312); comisión en la persona del descendiente (Ley 16707 art. 12). Tampoco el homicidio concurre penalmente con tanta frecuencia como el aborto criminal con delitos conexos, como ejercicio ilegal de la medicina en la forma del art. 17 de la ley 9.202; con los delitos de lesiones infligidas a la madre; violencia doméstica, etc. 
Tampoco imagino hipótesis de tan refinada antijurisdicidad como la del proyecto que el Ministro confiesa compartir, como la de imponer a las instituciones de salud respetuosas de la vida humana la sensacional obligación legal de ser hipócritas“tercerizando el infanticidio”, es decir la obligación de recurrir a lo que Hollywood llama los “hit men” u homicidas a sueldo para –notable sarcasmo- intentar hacerles creer que salvan su conciencia, como si sus autoridades y médicos fueran minusválidos mentales a quienes políticos abortófilos pudieran engañar tan burdamente. 
A los promotores del aborto les corre prisa en sancionar la impunidad, (1) porque en esta época de acceso universal al saber y la información científica ni en la espesura de la jungla quedan muchos que crean que el ser concebido es un fragmento del organismo materno sobre el que alguien pueda reivindicar el derecho de eliminación; (2) porque el progreso del derecho universal tiende a constitucionalizar el derecho a la vida y no a suprimirlo (los ejemplos europeos sobreabundan); (3) porque es un atentado contra el derecho crear convenciones y pactos internacionales de respeto de los débiles y a la vez impunizar la hecatombe de las más inermes de todas las personas (en países como España, v.g. se extermina impunemente al 90% de los niños con síndrome de Down; (4) porque la industria del aborto ya no logra ocultar al público su verdadera, sórdida faz: el Congreso de los Estados Unidos, por ejemplo, está investigando a la multimillonaria multinacional “Planned Parenthood” (“paternidad planificada”) por sospechas de tráfico sexual y encubrimiento de violación, evasión de impuestos, “abuso y violación de leyes estaduales” (sic Diputado USA Stearns), abuso infantil y violación de leyes sobre atentados sexuales (http://www.lifenews.com/2011/09/27/congress-to-investigate-planned-parenthood-abortion-business/), (4) y porque al “lobby” abortista y a sus sicarios en los parlamentos sólo les queda el impotable argumento del “derecho” de los adultos a no soportar a niños “no deseados”, no comprendiendo tan embotado razonamiento que con el mismo patrón argumental el guardia de seguridad asesinado hace pocos días en Montevideo era una “persona no deseada” para el rapiñero, a quien animaba el mismo afán de lucro homicida que a los perpetradores de abortos. 
¿Será otra alarmante muestra de la caída en picada de la educación uruguaya que un científico graduado como el Ministro de Salud Pública agravie a la Ciencia desconociendo el carácter de PERSONA de los niños y niñas la impunidad de cuyo exterminio se osa promover? La Ciencia es hoy unánime al respecto, pero “vuestro” ministro arbitrariamente lo desconoce. ¿No se estará ante una hipótesis de ineptitud para el ejercicio del cargo? Véase que es el escenario menos grave para el funcionario impunizador, que no tiene la excusa de ignorancia, pues bien podría releer el científicamente impecable pronunciamiento del Dr. Tabaré Vázquez, que vetó la penúltima tentativa de imponer al Uruguay la tétrica ley de impunidad del aborto. Confiemos en que ese acto de fidelidad a la Ciencia y a su conciencia del Dr. Vázquez –adversario político del suscrito en quien me complace reconocer ese acto trascendente que lo ha convertido en arquetipo de valentía en la historia de nuestras instituciones- haga escuela en todas las esferas públicas y privadas del país, y que el pueblo oriental se juegue en defensa de su más preciado tesoro: sus niños. 
Aquellos políticos ávidos de mantener sus escaños deberían meditar en lo que realmente quieren sus representados: si el Presidente Vázquez cumplió su deber contra los extraviados de su propio partido y luego el Frente Amplio lo proclama candidato presidencial, es obvio que ni aun en filas de nuestros compatriotas frenteamplistas prospera el delirio de que matar niños –en lugar de salvar a ellos y a sus madres—es una obra de interés nacional.  

Coronel(r)Luís María Agosto Bessonart
Secretario y Líder de UNIDAD NACIONALISTA - Partido Nacional

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