sábado, 14 de julio de 2012

Intromisión foránea impune de Venezuela

El 25 de junio,  en el Instituto Militar de Estudios  Superiores dependiente del Ejercito Nacional, 210 militares venezolanos cuyo ingreso no había autorizado el Parlamento – por definición, ingresados ilegalmente al país—y oficiales de nuestras Fuerzas Armadas que creían participar en un acto académico de intercambio formativo, escucharon, por parte de un General de División venezolano  y un oficial de esa República, sendas arengas proselitistas del régimen político imperante en su país y una apología de su líder, Sr. Chávez. (Búsqueda, 28 de junio, pág. 9).

Irrespetuosa emboscada foránea tanto más reprobable cuanto que se perpetró en presencia del Subsecretario del MDN, del Jefe del Estado Mayor de Defensa, del Director del IMES ,del Embajador de Venezuela  y del Secretario General de la ALADI.  Quizá contaban, quienes esta ladina maniobra propagandística urdieron, con la omisión medrosa del Ministerio de Relaciones Exteriores  de  exigir explicaciones  al Embajador de Venezuela  por la teatral perorata ideológica de sus connacionales en dicha conferencia, en que proclamaron sus consignas de “Socialismo y Patria” (dos conceptos  antitéticos que ellos profesan, o se les ordena profesar, o dicen profesar para no ser dados de baja).

 Acto, pues, convocado con falsos pretextos, desleal e irrespetuoso. Como  dictaminó  el diputado  Javier García (Búsqueda, 5 de junio de 2012 ) fue una clara injerencia en los asuntos internos del Uruguay.
 Hecho innegablemente concatenado con una serie de situaciones: (i) la agresión de la Neo-Triple Alianza contra Paraguay, (ii) el ingreso por la ventana de la Venezuela de Chávez al Mercosur, (iii) la confesión, pocas semanas atrás, de la tupamara Topolanski, de que el régimen que integra se propone abolir la misión de las Fuerzas Armadas de nuestro país trasmutándolas en agentes del “Proyecto del FA”, y, un poco antes aún, (iv) el abominable gesto de Mujica de fotografiarse luciendo una prenda del uniforme de un ejército ajeno (el venezolano).

Demasiados insucesos no son casualidad. Ofenden al pueblo uruguayo, que cuando lo dejan gobernar, supera con creces a quienes teóricamente lo representan. Pueblo que ya rechazó un régimen marxista-capitalista como el de Cuba (cuyos orígenes plutocráticos denunció el Embajador norteamericano Earl Smith en su célebre y jamás desmentida obra “The Fourth Floor”, Random House editores, 1962). Pueblo, el nuestro, que ahora tampoco quiere ni permitirá un sistema como el de Chávez, por extraño y por globalizador.

Quede claro que no es Venezuela, país hermano, sino Chávez, el reo de este agravio a la Nación y a las FFAA orientales.  Precisamente Chávez discrimina y persigue a los militares que en su propio país ponen la Patria y las tradiciones seculares del Ejército por encima de miserias ideológicas  locales o foráneas. A los militares con espíritu militar, el régimen de Caracas los condena penalmente por “insubordinación”, como es el caso del General Angel Vivas Perdomo, quien se negó a adoptar y proferir servilmente el mismo grito de “Patria, Socialismo o Muerte” que resonó, ofensivamente, en el escenario en que la agresión premeditada carecía del más mínimo  atenuante: un centro de formación castrense de la República Oriental del Uruguay.

Nada mejor que transcribir el siguiente pasaje del discurso de General Vivas ante el tribunal que lo condenó, porque refleja tanto los valores eternos que defiende todo ejército nacional como la maniobra de los regímenes que promueven, dosificadamente, la extranjerización de las instituciones armadas.  Decía el alto oficial venezolano: “ACUSO a aquellos quienes, desde el poder y por la vía de hecho IMPUSIERON; y a aquellos quienes portando sobre sus hombros las más altas jerarquías de la institución armada y ocupando las más altas posiciones de comando PERMITIERON, que ese lema extranjero, cubano, “Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos” penetrara en la Fuerza Armada nacional, viéndose obligados nuestros oficiales y soldados a usarlo, humillándose de esta forma los estandartes de guerra de nuestras unidades, deshonrando sus símbolos y lemas, de los cuales, muchos de ellos datan desde nuestra guerra de independencia, tienen sangre de nuestros libertadores y están cargados de gloria y honor militar venezolano y que son muchos de ellos más antiguos que la República de Cuba misma, donde este lema, sinónimo de opresión y muerte en su propia tierra fue creado, el 5 de marzo de 1960 por el dictador Fidel Castro.”
 
Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart
Secretario General -Orientador Ideológico
Bloque Cívico UNIDAD NACIONALISTA
Partido Nacional

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