En una nueva muestra de la insensibilidad ante los Derechos Humanos (DDHH) que
caracteriza a este régímen oligárquico, el Ministro de Salud Pública
declara que no existe riesgo sanitario INMINENTE (¿y el no inminente no
interesa a este singular estadista?) en los barrios del Buceo, Malvin y
Pocitos. Aludía así a la “obra” del desgobierno municipal comunista,
que al violar los derechos de sus trabajadores de la Limpieza provocó
un conflicto que –nuevamente-- ha convertido a Montevideo en un fétido
basural.
Con tales palabras sedantes,
emolientes y analgésicas dicho jerarca exigió FE CIEGA en su palabra de
ayatollah de la salud pública –porque no se molestó en ensayar ninguna
prueba científica verificable de su afirmación sobre cuestión tan grave
(¿signo de que a su juicio el pueblo no la merece, o signo de que su
aseveración es irresponsable?).
Pero además sus palabras rezumaron
la “conciencia de clase” del secretario de estado progresista, que no
anuncia ninguna medida sobre la situación de violencia
institucionalizada contra los DDHH en los barrios periféricos,
habitados por decenas de miles de familias con alta densidad de
población infantil. Barrios a los que en muchos casos no pueden
ingresar ambulancias, bomberos ni patrulleros y donde los recicladores
–los Desaparecidos Sociales del régimen que soportamos—clasifican la
basura –sin riesgo INMINENTE diría el ministro, pero con enfermedad
SEGURA, diríamos nosotros—en sus propios domicilios, con sus pequeños
hijos, en un dantesco entorno de ratas y plombemia.
Por supuesto en esos barrios
marginados viven personas sin notoriedad periodística, y como alli no
se encuentra ningún integrante del Grupo Gelman, ni del Grupo
Schoklender, ni del Grupo Graiver, al Estado Desertor no le interesa
atenderlos ni aliviar la catastrófica situación en que viven.
No vemos a ningún "Garzoncito"
uruguayo preocupado por supuestas violaciones a los DDHH hacer
inspecciones oculares personales y actuar de oficio para salvar vidas
inocentes en esos barrios donde siguen extendiéndose los asentamientos
irregulares, producto de un régimen que no ofrece salud, vivienda,
trabajo digno, seguridad, saneamiento ni agua potable ni “dignidad
arriba y regocijo abajo”, y que en sustitución de tales bienes
elementales para una existencia humana, instiga, patrocina y promueve la
marihuana y el aborto y cierra filas como un solo hombre (o dama) ante
la posibilidad de que el Parlamento investigue las turbiedades de Pluna
en que está metido hasta las verijas.
Y no teman los magistrados por su
seguridad física si acceden a realizar las inspecciones oculares que
respetuosamente sugerimos. Como diría el ministro de salud pública, no
correrán peligro INMINENTE. En esas zonas injustamente discriminadas y
estigmatizadas encontrarán miles de personas honorables que sólo aspiran
a un trabajo que el régimen les niega, en lugar de la limosna
denigrante del Mides.
Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart
Secretario General – Bloque Cívico UNIDAD NACIONALISTA
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