jueves, 26 de julio de 2012

Un pueblo que está solo y espera...

En una nueva muestra de la insensibilidad ante los Derechos Humanos (DDHH) que caracteriza a este régímen oligárquico,  el Ministro de Salud  Pública declara que no existe riesgo sanitario INMINENTE (¿y el no inminente no interesa a este singular estadista?) en los barrios del Buceo, Malvin y Pocitos. Aludía así a la “obra” del desgobierno  municipal comunista, que al violar los derechos de sus trabajadores de la Limpieza  provocó un conflicto que –nuevamente-- ha convertido a Montevideo en un fétido basural. 
Con tales palabras sedantes, emolientes y analgésicas dicho jerarca  exigió FE CIEGA en su palabra de ayatollah de la salud pública –porque no se molestó en ensayar ninguna prueba científica verificable de su afirmación sobre cuestión tan grave (¿signo de que a su juicio el pueblo no la merece, o signo de que su aseveración es irresponsable?).
Pero además sus palabras rezumaron la “conciencia de clase” del secretario de estado progresista, que no anuncia ninguna medida sobre la situación de violencia institucionalizada  contra los DDHH en los barrios periféricos, habitados por decenas de miles de familias con alta densidad de población infantil. Barrios a los que en muchos casos no pueden ingresar  ambulancias, bomberos ni patrulleros y donde los recicladores –los Desaparecidos Sociales del régimen que soportamos—clasifican la basura –sin riesgo INMINENTE diría el ministro, pero con enfermedad SEGURA, diríamos nosotros—en sus propios domicilios, con sus pequeños hijos, en un dantesco entorno de ratas y plombemia.
Por supuesto en esos barrios marginados viven personas sin notoriedad periodística, y como alli no se  encuentra ningún  integrante del Grupo Gelman, ni del Grupo Schoklender, ni del Grupo Graiver, al Estado Desertor no le interesa atenderlos ni aliviar la catastrófica situación en que viven.
 No vemos a ningún "Garzoncito" uruguayo preocupado por supuestas violaciones a los DDHH  hacer inspecciones oculares personales y actuar de oficio para salvar vidas inocentes en esos barrios donde siguen extendiéndose los asentamientos irregulares, producto de un  régimen que no ofrece salud, vivienda, trabajo digno,  seguridad, saneamiento ni agua potable  ni “dignidad arriba y regocijo abajo”, y que en sustitución de tales bienes elementales para una existencia humana, instiga, patrocina y promueve la marihuana y el aborto y cierra filas como un solo hombre (o dama) ante la posibilidad de que el Parlamento investigue las turbiedades de Pluna en que está metido hasta las verijas.
Y no teman los magistrados por su seguridad física si  acceden a realizar las inspecciones oculares que respetuosamente sugerimos.  Como diría el ministro de salud pública, no correrán peligro INMINENTE.  En esas zonas injustamente discriminadas y estigmatizadas encontrarán miles de personas honorables que sólo aspiran a un trabajo que el régimen les niega, en lugar de la limosna denigrante del Mides.


Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart
Secretario General – Bloque Cívico UNIDAD NACIONALISTA

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