El colapso de varias Empresas del País no se produjo en tiempos de
crisis de la economía, sino durante el más extenso periodo de
crecimiento economico vivido por la actual generación, lo que obliga a
preguntarse si su colapso fue real o fraguado y si los únicos quebrados
fueron los trabajadores, la industria nacional y quizá los pequeños
accionistas, y no --en absoluto-- la cúpula capitalista de la compañía.
Para evaluar seriamente las declaraciones del Dr. Vázquez, de que
el Uruguay sin el Frente Amplio SERÍA UN PAÍS GRIS es importante que la
Justicia recuerde que el Poder Ejecutivo ocupado por dicha persona
instruyó a la Corporación Nacional para el Desarrollo que concediera
préstamos a METZEN Y SENA, sin atenerse a normas internas que
priorizaban garantizar el reembolso del crédito (Fuente: “Búsqueda”
No.1634). El Directorio de la CND aprobó esos créditos (¿o habrá que
denominarlos donaciones?) en forma ilegal, arbitraria y violando sus
propios reglamentos. ¿Quizá no se llama a cuentas a los directores de
dicha Corporación por aplicación de la eximente de la “obediencia
debida”, olvidando que el régimen infelizmente reinante ha abolido dicha
figura jurídica? ¿O es que esa eximente de responsabilidad criminal
únicamente no rige cuando podría amparar a “enemigos de clase” (personas
que anteponen la bandera patria al trapo rojo)?
“Créditos” concedidos en violación de los requisitos más
elementales: estando embargados los directores de la Empresa, la cual en
2007 registraba un patrimonio negativo.
El FA confesó en el
Parlamento que una decisión politica del gobierno de Vazquez estuvo en
la raíz del prestamo millonario a METZEN Y SENA durante el último
semestre de 2009, fingiendo ignorar las responsabilidades
administrativas y penales por malversación de fondos públicos que
podrían configurar los hechos descriptos.
Otra vez se defiende la preeminencia de lo politico sobre la
Constitución y la Ley, subvirtiendo el Derecho al hacer prevalecer la
arbitrariedad enmascarada como discrecionalidad.
Otra vez el "el
fin justifica los medios", slogan que escuchábamos de los subversivos
cuando secuestraban, mataban por la espalda, robaban, ponían bombas,
etc., etc.
¡Pero Tabaré!, por supuesto que concebimos al Uruguay sin el F.A.
Un Uruguay sin el F.A. sería un país con esperanzas de felicidad pública y de justicia, que hoy brillan por su ausencia.
Un país sin mafias empingorotadas en los cargos públicos a las que el
régimen que tortura al país no tiene la más mínima intención de
cortarles las manos, como con teatral hipocresía prometió Tabaré.
Un
país que respete y honre al trabajador en lugar de esquilmarlo para
pagar la deuda externa/eterna a los usureros globalizadores que someten
al Uruguay al cautiverio económico y la frustración nacional. Esos
individuos “grises”, para copiarte el calificativo, de los cuales todo
el zurdo espectro –desde la izquierda emoliente con disfraz civilizado y
parlamentarista hasta la guerrilla terrorista, pasando por el P.C.— es
hijo legítimo que oculta a sus propios incautos afiliados quiénes son
sus verdaderos progenitores: el neoliberal David Ricardo; el barón
plutócrata Westphal, mecenas de Marx; el banquero neoyorkino Jack
Schiff, el prestamista Jabotinsky y su yerno León Bronstein/Trotzky; el
consorcio bancario Westfaliano-Renano; Engels, magnate textil
succionador de plusvalía de sus obreros; León Blum, el hombre más rico
de Francia y líder del Frente Popular; David Graiver, banquero personal
de los Montoneros; el amo de Wall Street Michael Grasso que en 2009 se
fotografía en la selva colombiana en tierno abrazo con el comandante de
las FARC, a quien invita a invertir en la bolsa, y así siguiendo, ad
nauseam.
Lo de Metzen y Sena no es más que un “otrosí digo”, una llamada al pie de página, una apostilla en la Muy Fiel y Esclavizadora trayectoria de la izquierda universal. Proceso en el cual sus dirigentes mejoran sus saldos en las cuentas de la patronal bancaria que inspira cada uno de sus actos, medidas, pragmáticas y decretos. Patronal a la que jamás traicionarán, ni con el pensamiento.
Lo de Metzen y Sena no es más que un “otrosí digo”, una llamada al pie de página, una apostilla en la Muy Fiel y Esclavizadora trayectoria de la izquierda universal. Proceso en el cual sus dirigentes mejoran sus saldos en las cuentas de la patronal bancaria que inspira cada uno de sus actos, medidas, pragmáticas y decretos. Patronal a la que jamás traicionarán, ni con el pensamiento.
Coronel Luis Maria Agosto Bessonart
Srio. Gral. - Orientador Ideológico - Unidad Nacionalista
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