Mónica Xavier, la Presidenta del Partido del Aborto (también conocido
como Frente Amplio) describiócomo “un hecho histórico” la reciente
hazaña legislativa de dicho partido y de un par de Iscariotes a su
servicio.
Totalmente de acuerdo. Histórico como el genocidio armenio, o la
masacre de Hiroshima, o el exterminio de los pieles rojas en
Norteamérica. Y que en la peculiar mentalidad de los líderes
progresistas, hace ingresar al Uruguay en el Primer Mundo de la Europa
infértil condenada a la extinción por el colapto de la natalidad; en la
ilustre compañía de la Cuba heroica, que molesta por el sempiterno
bloqueo se consuela abortando a sus hijos e hijas, método más eficiente
que el paredón; o en el sanguinario pero lucrativo consorcio con el
régimen avanzadísimo de la China que impone el aborto obligatorio.
Las consecuencias jurídicas y la prognosis de la salud mental de la legisladora, en cambio, son menos alentadoras.
Por
tratarse una profesional de la Medicina, es probable que la Universidad
de la República tenga que pagar daños y perjuicios a la población por
no haber instruido a la Dra. Xavier que la primera regla del arte médico
es No Dañar. Quizá ella misma, cuando la infaltable
voz de la conciencia golpee a su puerta y contemple horrorizada la
masacre de los inocentes, reclamará por semejante omisión del Estado en
su formación profesional, que le impedirá, hasta el último día de su
existencia, soportarse a sí misma.Coronel Luis María Agosto Bessonart
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